miércoles, 23 de julio de 2014

Un oasis de 207 kilómetros

Además de su gran valor como obra de ingeniería y como fuente de recursos hidráulicos, los tres ramales del Canal de Castilla constituyen un alargado ecosistema que, con sus 207 kilómetros de longitud afecta a casi 1.500 hectáreas de las provincias de Palencia, Valladolid y, en menor medida, Burgos. Su interés medioambiental radica, principalmente, en haberse convertido en un auténtico oasis verde en medio de la casi siempre deforestada meseta castellana.

Su variada vegetación arbórea, arbustiva y palustre que prospera gracias a la humedad generada por las aguas del canal, enmarca y protege una serie de hábitats en los que encuentran refugio una gran cantidad de animales, entre los que destacan, por derecho propio, las aves acuáticas. 

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