lunes, 17 de octubre de 2016

Periódico CARRIÓN. Ruta 1

Datos de la Ruta 1: Alar del Rey-Sexta esclusa

Inicio: Nacimiento del Canal de Castilla en Alar del Rey (Palencia)
              Latitud: 42º 39’ 38” N
              Longitud: 04º 18’ 20” W
Final: Esclusa 6ª en Herrera de Pisuerga (Palencia)
              Latitud: 42º 35’ 11” N
              Longitud: 04º 18’ 43” W

Accesos: A Alar del Rey se llega por la autovía A-67, salida 88, por la carretera N-611, o por ferrocarril. Una vez en la localidad, el nacimiento del Canal de Castilla está perfectamente señalizado.
Para acceder a la Esclusa 6ª hay que coger desde la N-611 en Herrera de Pisuerga, la carretera C-627 que nos lleva a la estación, y 500  metros después de pasar el puente sobre el Canal de Castilla, tomar a la derecha la carretera local BU-V-6113 dirección Hinojal de Ríopisuerga. Recorridos  2,5 kilómetros, se coge un camino a  la derecha por el que en 500 metros llegamos a la esclusa.

Mapas: Topográfico Nacional de España. 1:25.000. Hoja 165-II.
Distancia: 8,750 Km. (Solo ida)
Dificultad: Baja
Estado de los caminos: Tierra compactada en ambos márgenes, aptos para ir andando o en bicicleta.




Recorrido

Desde el monolito moderno que nos señala el lugar de nacimiento del Canal, circularemos por los calles de Alar del Rey hasta la 1ª Retención y la Dársena. A la derecha de esta podemos ver los viejos almacenes de “picos” hoy rehabilitados. En el lado izquierdo se conservan unas construcciones que, entre otros cometidos, sirvieron de cárcel para los presos que trabajaron en las obras del Canal.

A 2,4 km nos encontraremos con la 1ª esclusa del Ramal Norte, en la pequeña localidad de Barrio de San Vicente. Es ovalada, como todas las de este tramo, y está construida con sillería de piedra caliza de color rojizo. Al puente de la esclusa le faltan sus pretiles. Junto a la esclusa aún se conservan las ruinas de una pequeña fábrica de luz.

En el kilómetro 3,950 llegaremos a la 2ª esclusa, en las proximidades de San Quirce de Ríopisuerga. De las mismas características que la anterior, no se conservan edificaciones en sus proximidades.

Seguimos nuestro recorrido, y a 750 metros nos encontraremos con la 3ª esclusa, una de las dos únicas de todo el Canal que se construyeron sin puente de esclusa. En su margen izquierda se mantienen en pie las paredes de la casa del esclusero.

Retomamos el camino, y en el kilómetro 6,340 estaremos en la 4ª esclusa. Junto a ella se conserva en funcionamiento una central eléctrica. Una parte del edificio de esta central se ha rehabilitado como Casa Rural. Desde el puente de la esclusa, al que le falta su pretil norte, si miramos hacia el noreste podremos ver el macizo de Peña Amaya, en la provincia de Burgos.

Continuamos la marcha, y tras pasar  el puente para la carretera C-627 y la estación de ferrocarril de Herrera de Pisuerga, llegaremos al kilómetro 7,610 y a la 5ª esclusa, la otra que no tiene puente. En su margen derecha se ha rehabilitado la casa del esclusero.

Ya solo nos quedan 1,240 km para llegar a la Sexta esclusa, fin de nuestro recorrido. En el año 2004 se repusieron las compuertas y se puso de nuevo en funcionamiento. Actualmente, la Diputación de Palencia tiene en funcionamiento el barco Marqués de la Ensenada, que desde la cercana presa de San Andrés en el río Pisuerga llega hasta esta esclusa, y la sube y baja en su recorrido hasta la 5ª esclusa. A la izquierda del puente, muy modificado para permitir la circulación por el camino, se encuentra la casa del esclusero.

  
Qué ver en las proximidades

La localidad de Alar del Rey debe su nacimiento al Canal de Castilla. Los terrenos pertenecían al señorío de  las monjas bernardas de San Andrés de Arroyo, y fue adquirido por el estado para servir de núcleo de las obras del ramal del Norte, a finales del siglo XVII.

Merece la pena desplazarse los 11 kilómetros que separan Alar del Rey de la pequeña localidad de San Andrés de Arroyo, para visitar el Monasterio cisterciense de Santa María y San Andrés. El monasterio de las monjas bernardas es un ejemplo extraordinario del arte cisterciense rural, construido a caballo de los siglos XII y XIII, es decir, en plena transición del románico al gótico.

Siguiendo por la carretera N-611 y tan solo 12,5 km al norte de Alar del Rey, se encuentra la pequeña localidad de Olleros de Pisuerga, en la que es obligada la visita a la magnífica iglesia rupestre de los Santos Justo y Pastor. El eremitorio perfectamente conservado tiene sus orígenes en el siglo VII y es uno de los mejores ejemplos de este tipo de construcciones religiosas. Muy próximos se hallan los restos de la ciudad cántabra de Monte Cildá, así como las maravillas naturales del Cañón de la Horadada y Las Tuerces, y la iglesia románica de Santa María de Mave.

A escasos 10 km de Alar del Rey en dirección nordeste, y ya en la provincia de Burgos, podemos visitar la iglesia románica de Rebolledo de la Torre.

Veinte kilómetros al norte de Alar de Rey por la autovía A-67, se encuentra la localidad de Aguilar de Campoo, dotada de toda clase de servicios y con un rico y abundante patrimonio. Los restos y puertas de su  muralla, la Colegiata de San Miguel, el Monasterio de Santa María la Real, el Castillo o la iglesia de Santa Cecilia a sus pies, bien merecen una detenida visita, que podremos completar con un relajante paseo por sus calles y los entornos del río Pisuerga.

  
Historias del Canal

El gran impulsor del Canal de Castilla bajo el reinado de Fernando VI, el Marqués de la Ensenada, es cesado en sus cargos y su cese provoca a su vez los de Antonio de Ulloa y Carlos Lemaur. Tras varias interinidades se hacen cargo de las obras Francisco de Ibarrola como director general de las obras  y Fernando de Ulloa como ingeniero director de las mismas.
Estos llegan a la conclusión de que conviene comenzar las obras del Ramal del Norte, olvidando de momento la continuación del Ramal de Campos y el del Sur. Las obras comienzan en Alar del Rey el 25 de septiembre de 1759 y se darán por concluidas en este ramal el año 1791.
La llegada al trono de Carlos III, y el nombramiento del Marqués de Esquilache como Secretario de Hacienda, supuso un nuevo impulso a las obras del Canal. En junio de 1761 el Rey nombra a Esquilache superintendente General de Caminos y le ordena expresamente: “… que se continúe de cuenta de mi Real Hacienda el Canal de Castilla…”
En este mismo año, una visita de inspección informaba que en agosto se habían concluido los trabajos de excavación del tramo Alar del Rey-Herrera de Pisuerga e iniciada la construcción de las seis primeras esclusas.




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