Datos de la Ruta 9: Frómista-Puente
de Besana
(Por Tierra de Campos)
Inicio:
Frómista
Latitud: 42º
15’ 42” N
Longitud:
04º 23’ 60” W
Final:
Puente de Besana (Amusco)
Latitud: 42º 11’ 31” N
Longitud:
04º 29’ 48” W
Accesos:
Nuestro punto de partida, será la localidad de Frómista, concretamente el
puente sobre la carretera P-431, a 800 metros del centro del pueblo.
El final de la ruta estará situado en el puente de Besana (o Bezana),
en la carretera P-983 de Amusco a San Cebrián de Campos.
Mapas:
Topográfico Nacional de España 1:25.000. Hoja 236-I, 235-IV y 236-III
Distancia:
12,1 Km. (Solo ida)
Dificultad:
Baja
Estado
de los caminos: De tierra perfectamente compactado.
Recorrido
Iniciamos nuestro recorrido en el puente de las
esclusas 17, 18, 19 y 20, sobre la carretera de Frómista a Atudillo.
Caminando por la margen izquierda del canal, en
apenas 200 metros pasaremos bajo el puente de San Telmo, para la vía férrea
Palencia-Santander. Una larga recta de algo más de kilómetro y medio nos lleva
hasta la esclusa 21, prácticamente sepultada bajo la carretera N-611, que
tendremos que cruzar para continuar la ruta. Pasaremos bajo la autovía A-67 en
menos de 900 metros llegaremos al acueducto que salva el río Ucieza con sus
tres ojos de arcos rebajados.
Tres kilómetros y medio nos faltarán para llegar,
tras pasar junto a la arqueta de Carrebacas, al puente de Piña, desde el que
podemos ver hacia el oeste este pequeño municipio terracampino, y un poco más
alejado divisaremos la torre de la iglesia de San Hipólito de Támara.
Dejamos atrás el puente y bordearemos un
ensanchamiento del cauce, tras el que pasaremos junto a la arqueta de riego de
Fuentemanías, y poco menos de cuatro kilómetros después, la del Gato. Desde
aquí, solamente nos quedará escasamente kilómetro y media para llegar al final
de nuestra ruta en el puente de Basana, situado a la mitad del camino entre
Amusco y San Cebrián de Campos, en la carretera P-983 (2,8 km. a cualquiera de
ambas localidades).
Qué ver en las proximidades
En las proximidades de esta ruta se encuentran
varias pequeñas localidades que merecen nuestra visita. A siete kilómetros de
Frómista, se encuentra el pequeño municipio de Santoyo, en el que destaca su
soberbia iglesia parroquial de San Juan Bautista (siglo XIV). Declarada Bien de
Interés Cultural (BIC), lo primero que destaca es su maciza torre románica. El
pórtico de entrada a la Iglesia es plateresco y en él campean los escudos de su
mecenas el Patriarca de las Indias Antonio de Rojas Manrique. En su interior
llaman la atención sus tres grandes naves, sustentadas por esbeltos pilares
octogonales, y coronadas por unas bellas bóvedas de crucería.
Su magnífico retablo mayor del siglo XVI, el
púlpito, en madera de nogal, plateresco del siglo XV; el coro, con un órgano
barroco recientemente restaurado, la sillería en nogal renacentista, con
apostolado en los respaldos de las sillas y el facistol, completan
extraordinario conjunto.
Solamente cuatro kilómetros y medio nos separan de
Támara de Campos. Desde lejos veremos destacar la impresionante torre de su
iglesia de San Hipólito, casi un catedral. Construida entre los siglos XV y
XVI, es un magnífico ejemplo de transición del gótico al renacimiento. La torre
es de fechas posteriores, pues se construyó tras derrumbarse la anterior a
mediados del XVI, y en su es magnífico escudo de los Reyes Católicos, los
grandes impulsores de la obra de la iglesia. El interior de tres naves con
bóvedas de crucería es un maravilloso muestrario de los estilos gótico y
plateresco. En nuestra visita, deberemos prestar atención al retablo mayor del
XVII, la rejería de estilo plateresco, el púlpito gótico con tornavoz
plateresco, la pila bautismal en alabastro, y el coro, con su sillería y
facistol. Una visita al pequeño museo etnográfico ubicado en la iglesia
románica de Santa María del Castillo, completará nuestra estancia en Támara, de
la que podemos salir por el arco de la muralla, para dirigirnos a Piña de
Campos, donde podemos visitar su iglesia parroquial de San Miguel (siglo XVI9 y
el pequeño museo que alberga, antes de salir camino del Canal de Castilla por
el arco apuntado (s. XVI) de la única puerta de sus murallas que se conserva.
Desde el puente de Besana, final de nuestra ruta
cañaliega, solamente nos separan 2,8 km. de la localidad de Amusco. Desde
muchos kilómetros antes de llegar al pequeño núcleo urbano, veremos la
impresionante torre campanario de su iglesia parroquial de san Pedro, conocida
popularmente como “el pajarón de Campos”. En las afueras del pueblo, junto al
cementerio, merece una visita la ermita protogótica de Nuestra Señora de las
Fuentes.
Historias del Canal
Mientras recorremos este tramo de nuestras rutas
por el Canal de Castilla, podremos rememorar una historia mucho más reciente
que la de su construcción, pero que tuvo mucha repercusión mediática a mediados
del siglo pasado.
En las cercanías del puente de San Telmo, bajo el
que habremos pasado nada más salir de Frómista, se escapó saltando de un tren
en marcha que lo trasladaba custodiado por la Guardia Civil a Madrid, Eleuterio
Sánchez “el Lute”, en aquello años (1966) un conocido ex-delincuente y ex-fugitivo,
acusado y condenado por atraco y asesinato, y en la actualidad abogado y
escritor. A pesar de resultar herido en el salto desde el tren en marcha y del
intenso despliegue policial que se desarrolló por la zona, consiguió estar
evadido vagando por estas tierras durante trece días hasta ser arrestado de
nuevo.
Su accidentada y trágica vida fue llevada al cine
en los años 80 en las películas “El Lute: camina o revienta”, y su secuela, “El
Lute II: mañana seré libre”.
¿Dónde está?
Si has puesto atención en el recorrido nos podrás decir dónde está
hecha esta fotografía.
Periódico CARRIÓN. 15.12.2016
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