Datos de la Ruta 12: El Serrón
(Grijota)-Villaumbrales
(Por el Ramal de Campos)
Inicio:
El Serrón (Grijota)
Latitud: 42º
04’ 14” N
Longitud:
04º 35’ 16” W
Final:
Villaumbrales
Latitud: 42º 05’ 35” N
Longitud:
04º 36’ 35” W
Accesos:
Nuestro punto de partida será El Serrón, en el término municipal de Grijota,
junto a la carretera C-613, de Palencia a Riaño. El final de la ruta será el
puente de Villaumbrales en la misma carretera C-613.
Mapas:
Topográfico Nacional de España 1:25.000. Hojas 273-II y 273-IV
Distancia:
3,5 Km. (Solo ida)
Dificultad:
Baja
Estado
de los caminos: De tierra perfectamente compactado.
Recorrido
Nuestra ruta comienza en el alto de El Serrón. En
este punto del Ramal de Campos, toma sus aguas el Ramal del Sur, que se
precipitan por las esclusas 25, 26 y 27 para comenzar su camino hasta
Valladolid. Nosotros dejaremos para más adelante ese ramal y de momento
seguiremos por el de Campos.
Utilizaremos la margen izquierda, aunque ambas
están en buen estado. Dadas las características del terreno, en estos primeros
kilómetros del Ramal de Campos, no fue preciso construir esclusas, por lo que
las únicas construcciones que nos vamos a encontrar son arquetas de riego,
acueductos, puentes y otras obras menores.
Poco más de kilómetro y medio desde que dejemos El
Serrón, pasaremos por el acueducto de Corbejones y junto a la arqueta del mismo
nombre, de ladrillo y bastante mal conservada. Menos de un kilómetro y
estaremos en el acueducto de las Palomas, desde el que veremos ya las torres de
las iglesias de San Pelayo y San Juan, destacando sobre las casas de nuestro destino. Un puente moderno
sobre la carretera CL-613 y estaremos frente al puente de Villaumbrales, con
sus dos arquillos en las albanegas, una tipología característica que se
repetirá en el de Becerril.
Desde el puente veremos ya los almacenes de la Casa
del Rey, hoy sede del Museo del Canal, y el lugar que ocupó en su día un
astillero, del que en la actualidad solamente queda el hueco del dique seco.
Qué ver en las proximidades
La salida y llegada de nuestra ruta, están situadas
en las localidades de Grijota y Villaumbrales respectivamente, por lo que
aprovecharemos para realizar una breve visita a ambas.
La proximidad de Grijota a la capital de Palencia,
ha hecho que sea uno de los pocos pueblos que crece en la actualidad, lo que
explica la existencia de un campo de Golf en las proximidades de las nuevas
urbanizaciones.
Dominando la entrada al casco antiguo, el Canal de
Castilla es también protagonista. Las esclusas 28 y 29 del Ramal Sur, y los
edificios anexos nos recuerdan el objeto de nuestra ruta. Después podemos
visitar la ermita románica de Nuestra Señora de los Ángeles, que formaba parte
del antiguo cementerio. Restaurada y con unos entornos muy bien cuidados,
podemos apreciar sus tres alturas, que diferencian claramente las secciones de
la iglesia del románico tardío (siglo XIII). En su interior alberga una talla del
Cristo de la Salud del siglo XIV.
La iglesia parroquial de la Santa Cruz, del siglo
XVI, domina la plaza Mayor del pueblo. En su interior hay que destacar el
retablo mayor del siglo XVII, y el coro con su órgano ibérico del XVIII.
En Villaumbrales, además del patrimonio relacionado
con el Canal de Castilla, el Museo instalado en la Casa del Rey y el puente,
deberemos acercarnos a su acogedora plaza Mayor y visitar la iglesia parroquial
de San Juan Bautista. De la construcción del siglo XIII queda poco, y la mayor
parte de lo que vemos en la actualidad es del XVIII. En el interior merece
destacarse su artesonado mudéjar, su retablo barroco del segundo tercio del
siglo XVIII, con un crucifijo del siglo XVI, una imagen de la Piedad del siglo
XV atribuida a Alejo de Vahía, y el órgano. De la iglesia de San Pelayo,
solamente queda en pie su torre.
Historias del Canal
Cuando caminemos por esta ruta, debemos recordar
que lo estamos haciendo por los tramos más antiguos de esta gran obra del siglo
XVIII. Estos caminos que estamos pisando y el cauce que nos acompaña, fueron
escavados entre el último tercio del año 1753 y finales de 1754.
Ya hablamos en la ruta anterior de que el hecho de
ser el inicio de las obras, sirvió para ir comprobando y experimentando por
parte de Antonio de Ulloa y Carlos Lemaur, y también fue origen de muchos
enfrentamientos entre ambos. La Instrucción de 25 de agosto de 1753, fue
fundamental para el futuro de todas las fases de construcción del Canal.
Dicha Instrucción constaba de 57 extensos
capítulos, en los que se daban todo tipo de instrucciones y detalles de la obra
y de los procedimientos a tener cuenta durante la construcción. Como ejemplo,
se fijaban con precisión las dimensiones de la excavación del cauce del canal.
Tendría una “profundidad mínima de dos varas, y una anchura a flor de agua de
10 varas”. En el fondo, la anchura sería solamente de “20 pies, puesto que la
caja del canal tendría un declive de cinco pies a cada lado para evitar que la
tierra de las orillas se desmoronase y cayese en el interior del cauce”. Estas
dimensiones se consideraban suficientes para permitir el cruce de dos barcazas
que navegaran en sentidos opuestos.
También se establecía que, con la tierra que se
extrajese de la excavación, se formarían dos diques a ambos lados del canal
para protegerlo de las inundaciones. Entre estos diques y el borde del agua,
debería dejarse una distancia mínima de cinco pies en cada orilla, para
construir los caminos de sirga, por los que deberían circular las mulas tirando
de las barcas.
¿Dónde está?
Si has puesto atención en el recorrido nos podrás
decir dónde está hecha esta fotografía.
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