Datos de la Ruta 18: Esclusa 5
(Belmonte de Campos)-Medina de Rioseco
(Final del Ramal de Campos)
Inicio:
Puente de la esclusa 5
Longitud: 41º 57’ 31”
Latitud: 04º 58’ 40”
Final: Dársena de Medina de Rioseco
Longitud: 41º 53’ 11”
Latitud: 05º 02’ 50”
Accesos:
Nuestro punto de partida será el puente de la esclusa 5, en la carretera P-913,
muy próximo a Belmonte de Campos, último pueblo de la provincia de Palencia por
el que discurre el Ramal de Campos del Canal de Castilla.
Mapas:
Topográfico Nacional de España 1:25.000. Hojas 310-I, 310-II y 310-III.
Distancia:
11,5 Km. (Solo ida)
Dificultad:
Baja
Estado
de los caminos: De tierra
perfectamente compactado.
Recorrido
Iniciamos nuestra ruta en el puente de la esclusa 5
en Belmonte de Campos. Tras pasar junto a la charca de Belmonte, en poco más de
un kilómetro pasaremos junto al puente moderno para el camino de Belmonte a
Tamaríz, y solo tendremos que recorrer otros escasos dos kilómetros para llegar
a la sexta esclusa de este ramal. Junto a ella se mantienen en pie los restos
de una fábrica de harinas. El puente de la esclusa es de similares
características a los restantes de este tramo. A mitad de camino entre la sexta
y séptima esclusa, cruzaremos por encima del río Sequillo mediante un acueducto
de cinco arcos escarzanos con pilas intermedias redondeadas y avanzadas
respecto al paramento del puente, construido en sillería de piedra caliza. En
esta sexta esclusa se han instalado las compuertas, lo que permite su
navegación.
Tendremos ya a la vista la fábrica de harinas de la
séptima esclusa, la última del Ramal de Campos, de la que nos separan poco más
de quinientos metros. En esta esclusa se han rehabilitado sus compuertas y
hasta ella llega el barco que sale de la dársena de Medina de Rioseco, en el
que podemos vivir la experiencia de subir y bajar la esclusa, con todas las
operaciones que hay que realizar para ello.
Nos separan siete kilómetros y medio del final de
nuestra ruta. Antes pasaremos junto a los puentes del Moral y de Villalón,
ambos con estructuras casi idénticas, y construidos en sillería de piedra
caliza. Antes de llegar a la magnífica dársena de Rioseco, pasaremos junto a
otro de los astilleros en los que se reparaban y construían las barcazas. Junto
a este auténtico puerto de interior, se conservan los almacenes, la casa del
fiel y la fábrica de harinas de San Antonio, que se puede visitar.
Qué ver en las proximidades
El Ramal de Campos del Canal de
Castilla rinde su recorrido en la provincia de Valladolid. Las aguas que se
tomaron del río Carrión en Calahorra de Ribas, después de regar el corazón de
la Tierra de Campos, vierten en el río Sequillo en la Ciudad de los Almirantes
de Castilla, Medina de Rioseco. De la muralla medieval de la ciudad que contaba
con ocho puertas, se conservan tres. La Puerta de Ajújar es la más antigua que
se conserva de la muralla original, y aunque construida en el siglo XIII, la
actual corresponde a una tipología de arquitectura militar más propia del siglo
XIV. La Puerta de Zamora, en el camino que conduce a Toro, es una
reconstrucción realizada en el siglo XVI. Por último, la Puerta de San
Sebastián, que no formaba parte de la muralla medieval, es también una obra del
siglo XVI, que sustituyó a la Puerta de San Miguel en un lugar más alejado del
centro de la ciudad.
Entre los innumerables edificios
religiosos de Medina, destacan la iglesias de Santa María de Mediavilla (siglos
XV-XVIII) en estilo Gótico tardío, con añadidos renacentistas y barrocos. En su
extraordinario y monumental interior podremos admirar la capilla de los
Benavente, además de la reja, el retablo mayor y la sillería del coro. En las
iglesias de Santiago Apóstol (XV-XVII) y de la Santa Cruz (XVI) podremos
contemplar la extraordinaria imaginería religiosa que procesiona en la Semana
Santa riosecana, antes de pasear pos su soportalada calle de la Rua.
Muy próximos a la villa de
Rioseco se encuentran las pequeñas localidades de Villanueva de San Mancio, en la que destaca
su iglesia de Santa María, y Tamariz de Campos, cuyo perfil es visible desde la
séptima esclusa del Canal.
Historias del Canal
El año 1842, después de las muchas vicisitudes y
contratiempos que las obras del canal habían padecido, bajo la batuta de la
Empresa del Canal de Castilla, se trasfieren todas las obras y propiedades del
mismo a una nueva sociedad anónima denominada “Compañía del Canal de Castilla”,
cuyos socios fundadores y mayoritarios eran el Marqués de Remisa y el Marqués de Casa Irujo.
En ese mismo año, y como complemento de la cesión
del Canal a la nueva empresa, se aprobó y publicó el reglamento de de
Navegación por el Canal, en el que, entre otros aspectos, se declaraba libre la
navegación por el canal mediante el pago de un “peaje de 1,5 maravedises por
arroba y legua”, si el transporte se realizaba en las barcas de la compañía. Si
la barca era de propiedad particular, el importe del peaje se rebajaría en un
veinte por ciento.
Resuelto estos aspectos, a mediados del año 1842 se
reanudaron las obras, bajo la dirección conjunta de los ingenieros Calixto
Santa Cruz, Andrés Mendizábal y José Rafo, cuñado del Marqués de Remisa.
Aunque el plazo establecido para la finalización de
las mismas se había fijado en 30 meses, los problemas financieros de la
empresa, dieron lugar a que dicho plazo prácticamente se triplicara. Por fin,
el 8 de noviembre de 1849 llegaron las aguas del río Carrión a la dársena de
Medina de Rioseco, acontecimiento que se celebró con la mayor de las
solemnidades posibles, incluido un solemne Te Deum en la iglesia de Santa María
de Mediavilla.
¿Dónde está?
Si has puesto atención en el recorrido nos podrás
decir dónde está hecha esta fotografía.
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