Para el conocimiento y estudio de
las asociaciones vegetales más comunes asociadas al Canal, debemos hacer dos
grupos claramente diferenciados: los bosques y la vegetación del entorno, y los
sotos o bosques de ribera.
La vegetación del entorno.
Encina |
La vegetación que predomina en
los entornos del Canal de Castilla está constituida fundamentalmente por
carrascales de encinas (Quercus ilex), y robledales de quejigo (Quercus
faginea) y roble (Quercus pyrenaica).
La encina o carrasca es la especie
forestal más genuinamente ibérica, ya que la mayor parte de los bosques de
España fueron en tiempos extensos encinares. Sus frutos, las bellotas, son muy
apreciadas por multitud de animales, desde los jabalís, hasta los ciervos,
corzos y ratones de campo. Podemos encontrar grandes encinas en el Monte el
Viejo de Palencia y en los montes de Dueñas (Palencia), así como dispersos por
diversos puntos de todo el recorrido del Canal. También en las cercanías de
estas dos localidades se pueden encontrar ejemplares de cierta envergadura de
enebro común, que en Palencia es conocido como jabino (Juniperus communis),
árbol típico de las tierras calizas y continentales, e incluso, algunos escasos
ejemplares de sabina albar (Juniperus thurifera).
Cerca de las encinas, sobre todo
en las comarcas próximas a Alar del Rey (Palencia), crecen numerosos arbustos
de fruto carnoso, como los escaramujos o rosales silvestres (Rosa canina),
endrinos (Prunus spinosa) y agracejos (Berberis vulgaris) entre otros. Los
espinosos agracejos, conocidos en algunas zonas con el nombre local de
borrachines, fueron utilizados en la industria de los tintes. Sus frutos, de
ácido sabor, se emplean en la industria alimentaria en la elaboración de
mermeladas y licores, al igual que las endrinas (o andrinas) que se utilizan
para la elaboración del pacharán.
Gallarones |
En muchos lugares próximos al
Canal, se encuentran los robledales de quejigo o roble enciniego (Quercus
faginea), que recibe este nombre porque sus hojas, aunque caedizas como las de
los demás robles, presenta un tamaño y dureza que le asemejan a la encina, con
la que suele estar entremezclado. En las ramas de estos robles son muy
frecuentes las globosas gallaritas o gallarones, por lo que también son
conocidos con el nombre de roble agallero. La bellota del roble es más amarga
que la de la encina.
En estos robledales conviven
plantas arbustivas como las estepas (Cistus laurifolius), los majuelos o
majoletos (Crataegus monogyna) o las fragantes madreselvas (Lonicera etrusca).
Los bosques de ribera.
Los sotos, característicos del
entorno del Canal de Castilla son los frescos bosques de ribera, entre los que
se cuentan las alamedas, alisales, salcedas y olmedas, que suelen aparecer
mezcladas en proporciones muy variadas, lo que confiere a las márgenes del
canal un bello cromatismo, especialmente en el otoño.
Las arboledas más características
de los sotos son las alamedas, constituidas por varias especies del género
Populus, conocidos en estas tierras como álamos, chopos o pobos.
Las especies más abundantes en
estos bosques de galería son el álamo blanco (Populus alba) y el chopo común o
negro (Populus nigra). En algunas zonas, aunque más escaso, podemos encontrar
álamos temblones (Populus tremula).
Últimamente abundan los chopos de
cultivo que se emplean para la producción de madera. Se trata de un híbrido del
chopo negro europeo y de uno americano (Populus deltoides), por lo que se ha
denominado Populus euramericana.
Entre las agrupaciones vegetales
más típicas de las inmediaciones del agua se encuentran las salcedas, formadas
por distintas especies del genero Salix, y conocidas con nombres como salces,
salgueras, sauces, mimbreras y mimbrajinas.
Destacan las especies de salce
mayor o blanco (Salix alba) que puede alcanzar un gran porte arbóreo y la
mimbrera (Salix fragilis). Otras especies que se dan son las alisas o alisos
(Alnus glutinosa) que poseen unos curiosos frutos semejantes a pequeñas piñas,
los fresnos (Fraxinus angustifolia y Fraxinus excelsior) y, en los entornos más
secos de los sotos, los escasos olmos o negrillos (Ulmus minor) que han logrado
salvarse a la plaga de grafiosis.
Escaramujos |
Respecto a los arbustos que más
abundan acompañando a los árboles de ribera antes descritos, destacan los
saucos (Sambucus nigra), majuetos (Crataegus monogyna), escaramujos (Rosa
canina y Rosa corymbifera), espinos cervales (Rhamnus cathartica), y algunos
aunque escasos avellanos (Corylus avellana).
También abundan las conocidas
zarzamoras (Rubus ulmifolius) con sus apreciados frutos en otoño, y las zarzas
de soto (Rubus caesius).
Plantas acuáticas.
Mansiegas en verano con inflorescencias |
En los bordes del canal de
Castilla y en las inmediaciones donde abunda el agua estancada, se desarrollan
un sinfín de especies herbáceas ávidas por los terrenos estancados. Estas
plantas filtran el agua, con lo que eliminan las sustancias nocivas que pueda
arrastrar, mejorando de esta forma sus propiedades químicas.
Las más abundantes que podemos
citar son, entre otras, las decorativas mansiegas, espadañas o zonjas (Typha
domingensis y Typha latifolia), con las
típicas inflorescencias cilíndricas semejantes a puros y sus largas hojas
lanceoladas; los carrizos (Phragmites australis) de espiga abierta; los juncos
(Scirpus lacustris) y los juncos peloteros (Sparganium erectum) de curiosos
frutos globosos y cubiertos de pinchos. Destacan también por su colorido
veraniego los decorativos lirios amarillos (Iris pseudacorus), que crecen en el
mismo borde del Canal.
Mansiegas en invierno |
Una planta muy importante como
refugio para numerosas aves acuáticas, así como para las larvas de insectos, de
los peces y de los anfibios, es la hierba lagunera (Ranunculus pellatus). Esta
planta de flores blancas, que vive sobre la superficie del agua es a menudo
confundida con un alga.
También podremos observar el
malvavisco (Althaea officinalis), planta herbacea de flores blancas que puede
alcanzar los 2 metros de altura. También, de flores rosadas o púrpura, abunda
la hierba de San Antonio (Epiludium hirsutum), con propiedades astringentes.
Otra planta de valor ecológico
elevado, por ser también refugio y alimento para numerosos invertebrados
acuáticos, aves y peces, es el polígono anfibio ((Polygonum anfibium), planta
herbácea que puede ser terrestre o acuática.
Zarzamora en verano |
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