Esclusas Acueductos Puentes Otras obras
A pesar de la aparente horizontalidad de la planicie
castellana por donde discurre el Canal de Castilla, las irregularidades del
terreno y los desniveles que tiene que salvar son muchos. Esta circunstancia
obligó a los ingenieros redactores de los proyectos a contemplar una serie de
importantes obras de ingeniería.
Estas obras, algunas de las cuales son auténticas obras
maestras de la ingeniería de su tiempo, sirven para facilitar, por un lado, la
conducción y regulación del caudal de agua, así como el mantenimiento del nivel
adecuado, y por otro, la navegación por todo el trazado del canal, y el
aprovechamiento de la energía producida.
En las cabeceras de los distintos ramales fue preciso
construir presas que, aunque no están directamente en el cauce del canal, si
están directamente asociadas con él, pues sirven para facilitar la entrada de
agua desde los ríos Pisuerga y Carrión al cauce del Canal (en Alar del Rey,
Herrera de Pisuerga y Calahorra de Ribas), y la formación de remansos en estos
mismos ríos para facilitar el paso de las barcazas en Calahorra de Ribas y en
Herrera de Pisuerga.
En los extremos de los tres ramales, en Valladolid, Alar del
Rey y Medina de Rioseco, así como en el ramalillo de Palencia, se construyeron
grandes dársenas que permitían la maniobrabilidad y las operaciones de carga y
descarga de las barcazas que transitaban por el Canal. Estas dársenas contaban
con edificios y otras construcciones (almacenes, astilleros, talleres, etc.),
que los convertían en auténticos puertos de interior.
Pero, sin ninguna duda, las grandes obras de ingeniería que
se identifican más y mejor con el Canal de Castilla, son aquellas que hubieron
de realizar para salvar los desniveles del terreno, valles de ríos y arroyos,
así como para garantizar las comunicaciones entre ambas márgenes, es decir, las
esclusas, los acueductos y los puentes.
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